La subida que nos ocupa la realizamos una vez cruzamos la población praviana de Sangreña.
El lugar de Sangreña es un pueblo que se encuentra en la parroquia de Villavaler, municipio de Pravia.
Para llegar hasta la población se debe ir hasta Artedo y antes de entrar en dicho pueblo, girar por la carretera CU-4 y CU-5.
El coche lo dejamos en un ancho de la carretera pasado el pueblo para tomar 50m más adelante una pista que nos sale a mano derecha.
Tenemos un ligero repecho entre pinares por un lado, contra castañales y carbayos por el otro.
Pronto, todo es pinar, no nos faltará algún eucalipto.
Una vez terminado el bosque el paisaje se abre dejando ver nuestra meta: Llan de Cubel.
Un último repecho nos lleva aun cruce de pistas forestales defendido por una barrera canadiense.
Cruzamos la portilla hacia el depósito de agua y bebedero.
Desde el mojón de esta collada divisamos la pelada cumbre, solo nos queda un último repecho para la cima.
Rodeado por las cotollas encontramos el buzón de cumbre.
Pico Llan de Cubel, 678m techo del concejo de Pravia.
Por su cercanía se divisa perfectamente la costa asturiana, al oeste, plagado de molinos, mejor ni miramos.
Nos volvemos por la misma pista de subida, antes nos viene a despedir esta amiga de la collada.
No podemos resistirnos a la tentación de recorrer Sangreña.
El origen ganadero de sus pocos habitantes está latente aún.
El conjunto de hórreos que se conserva es importante destacando la cuadra o taller que buena parte de ellos tienen debajo.
Por desgracia el abandono de la Asturias rural es patente.
Pero siempre hay motivos para la esperanza pues la gente vuelve a sus raíces... aunque el marques no reciba...
Nos marchamos de Sangreña con buenas sensaciones, por cierto, me comentan que la guardia civil va a copiar la forma de camuflar el coche en las vías secundarias de este vecino...
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