sábado, 5 de octubre de 2013

Ruta Cabo Peñas- Playa de Verdicio.


La ruta que hoy nos ocupa discurre por el concejo de Gozón partiendo desde el punto más septentrional de Asturias : Cabo Peñas.


Dejamos los vehículos en el aparcamiento del faro donde nos reunimos para comenzar la ruta con nuestros amigos y anfitriones de Trekkapp que nos guiarán.


 

La ruta comienza en el propio faro de Cabo Peñas, un edificio de tres plantas con una torre troncopiramidal adosada al norte, está a una altura sobre el nivel del mar de 117m y 21m sobre el terreno, alberga el Centro de Interpretación del Medio Marino de Peñas, que por temas horarios no visitamos. El faro entró en funcionamiento en 1852, se electrificó en 1946 estando en funcionamiento en la actualidad.

 

Lo primero que llama la atención es Punta Gaviera que como un cuchillo se adentra en la mar precedido por un pequeño islote de cuarcita conocido por la Esvierona separados tan solo por un corredor de agua muy estrecho. Delante unos grupos rocosos emergentes conocidos por los Mendezálvarez.


Entre las continuas atalayas bordeamos la costa, la altura nos intimida pero el espectáculo natural nos embarga. La marea baja nos deja ver la Playa del Sabín cuyo acceso no es acto para ciudadanos con vértigo. Su islote asemeja un monstruo varado en la playa.

 

La rasa costera nos deja formidables imagenes, todo un deleite para la vista.

 

La vegetación está constituida mayoritariamente por brezales y tojales que adoptan una formación almohadillada debido a los fuertes vientos. Como nota singular destacar la presencia de la colonia de brassica olereacea var. sylvestris, es decir: berza marina.


Continuamos bordeando el acantilado por la senda terrera, las siguientes imágenes son para la segunda isla más extensa de Asturias: Isla Herbosa, que con 4´2 hectáreas es habitada por numerosas especies de aves marinas. Su acceso es por mar pero muy difícil debido a ser muy abrupta y estar rodeada de islotes y farallones. Situado a su derecha como fiel escudero está el islote conocido como El Bravo.

Llega la hora de girar hacia el sur para enlazar con un camino asfaltado perteneciente al PR-AS 257, como es habitual la señalización de madera está por los suelos. La referencia unos pinos, hacia ellos caminamos encontrando el mojón geodésico de La Granda.

         

Otro mojón de piedra nos indica coger el camino de tierra de nuestra izquierda entre campos de maizales.


La rasa costera asturiana siempre ha estado influenciada por la actividad agrícola en detrimento de los bosques ya que los terrenos están dedicados a siembra o diente.

 

 Nuestro camino sale de los campos de labor, discurre paralelo a la carretera por Ferreros.


La senda nos lleva al pueblo Les Talayes donde a la altura de Ca`Perucha nos devuelve hacia la costa donde nos espera un estratégico mirador.


Las vistas de la costa Cantábrica y su mar vuelven a ser espectaculares.

Nuestra marcha continua hacia la población de La Cai, pero antes pasamos delante del hotel restaurante Casa Maravilla.


Sin perdida posible, todo el sendero recto hasta llegar a la población de La Cai.

 

Las tallas de sus hórreos causan expectación, giramos a la derecha por el sendero, las estampas ganaderas son imborrables.


El camino nos conduce por debajo del caserío del Bocal donde ya se divisa Verdicio.


Cruzamos por la carretera que atraviesa las fincas de pasto, antes tierras castreñas del Cuerno aún sin excavar. Por otro lado, en la zona han aparecido multitud de restos prehistóricos del paleolítico inferior.


Llegamos a la Playa de Tenrero, al fondo observamos la cadena de islotes que la cierran y se denominan: La Llana, Islote del Medio y Peña de Afuera.


La Playa de Verdicio o Tenrero destaca por contener uno de los conjuntos dunares más espectaculares de la región. Su extensión es de unos 330m.


El sistema dunar está deteriorado fundamentalmente por la construcción de una urbanización justo en la desembocadura del río Tenrero.

 

La alta presión turística durante gran parte del año y la influencia de especies vegetales invasoras como la uña de león también influyen en esta degradación continua.






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