jueves, 24 de abril de 2014

Dolmen de Santa Cruz. Cangas de Onís.

Uno de los símbolos más representativos de Asturias es la iglesia del dolmen de Santa Cruz. El templo recibe su nombre tras haber alojado la Cruz de carbayo que el rey Pelayo portaba en la batalla de Covadonga contra el invasor musulmán. Posteriormente la Cruz fue trasladada al castillo de Gausón para recubrirla de piedras preciosas y oro, siendo conocida como la Cruz de la Victoria.


De igual manera, es simbólica la ubicación de la iglesia entre la confluencia de los ríos Sella y Güeña, entre el mar y la montaña, en la vega de Contranquil, en la ciudad de Cangas de Onís.


Sobre un túmulo, el rey Favila,  hijo del rey Pelayo y Gaudiosa,  edifica este templo siendo consagrado el 27-X-737. Es la primera iglesia cristiana construida en Asturias y por tanto, en la península Ibérica después de la invasión musulmana. Tanto el malogrado rey Favila muerto en una cacería a zarpas de un oso en el monte Llueves, como su esposa Froiliuba, recibirán sepultura en el interior aunque sus restos no se conservan.


Hasta 1936 se conservó la lápida fundacional de la iglesia, destruida en justificación del totalitarismo marxista, lo que hoy se expone es una fiel reproducción del considerado primer documento literario de la Reconquista rezando así:
"Por orden divina vuelve a levantarse este edificio sagrado, de
construcción sencilla, pero embellecido por las ofrendas de la fe; que
este templo resplandezca esplendoroso ante las miradas piadosas. Cual
representa esta morada el signo de la Cruz simbólicamente, que sea grata
a Cristo ya consagrada bajo el trofeo de la Cruz. Tu siervo Favila con
fe viva así la construyó, con Froiliuba, su esposa, y las prendas de su
estirpe, sus hijos; a ellos, mediante tus dones, Cristo, les sea dado por
su obra plenitud de gracia y tras el discurso de esta vida, los acoja el
seno de tu misericordia. Por el obispo Asterio, fueron consagradas a
Cristo aquí estos altares, el día trescientos de tiempo recorrido del año,
en el curso sucesivo de la sexta edad del mundo, corriendo
la era setecientos setenta y cinco".


Del original templo prerrománico no se conserva nada, la primera restauración corrió por el año 1632, apreciándose la construcción de un ala derecha. El cronista Carballo, siglo XVI, nos habla de una cavidad subterránea donde los lugareños extraen tierra por sus virtudes curativas. En 1808 la iglesia de la Santa Cruz se cerrará al culto. En agosto de 1936, al comienzo de la Guerra Civil española, republicanos de tendencia comunista destruyen la iglesia y el túmulo donde se asentaba. Será en 1951 cuando se restaura el conjunto tal y como lo conocemos actualmente.


Pero el gran tesoro que alberga la iglesia está en su cripta: un dolmen del 3000 a.c. excepcionalmente conservado, formado por cinco grandes lajas decoradas y otras dos de menor tamaño.


La cámara tiene una altura de 3m para hospedar el dolmen cuya mayor losa mide 2'25m formando el cabecero. Su forma es poligonal con la abertura orientada hacia el este. Originalmente estaba techada por varias lastras hoy desaparecidas.


Las caras interiores de las lajas fueron alisadas antes de ser decoradas. La losa de la cabecera fue pintada en rojo, para con la técnica del piqueteado grabar los motivos geométricos, triángulos rojos y bandas lineales en zig-zag. La complejidad simbólica es dificilmente desentrañable sugiriendo un culto hacia seres protectores en el camino hacia otro mundo.


El ortostrato de su izquierda tiene líneas en zig-zag rojas. El siguiente ortostrato tiene varias figuras esquemáticas grabadas con trazo inciso. El resto de lajas no tienen decoración que se conserve. Mencionar el hallazgo de un hacha fibrólita.


Durante el siglo XIX, Antonio Cortés excavó en el suelo de la iglesia descubriendo lo que calificó como un "dolmen céltico". Lo habitual hubiera sido encontrar  estos restos arqueológicos en un lugar elevado, no en el fondo de un valle pero debemos tener en cuenta la encrucijada de ubicación donde 4000 años a. c. grupos humanos magdalenienses circulaban por el valle, siendo esta zona un importante centro de reunión.

 

Comentan los mayores del lugar, la existencia de un túnel hoy en día cegado en parte por las aguas del Sella. Dicho pasadizo comunicaría el templo con el viejo monasterio de San Pedro de Villanueva, actualmente Parador nacional.


Dicha galería era usada por los monjes del monasterio para acercarse a la población sin ser vistos y una vez allí secuestrar a las mozas despistadas de Cangas para violarlas dando rienda suelta a sus lujuriosos arrebatos carnales.
 

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