Estamos en "el Cuarto de la Riera", cuya capital es Tuña. Aparcamos al lado del río Genestaza, en el puente del Carral, de época romana y frente al imponente palacio Cabo del Río construido entre los siglos XVI al XVIII con dos torres unidas por dos corredores.
Desde el puente por la izquierda comienza un camino en ascensión que nos permite ver en altura el pueblo de Tuña. Alguno de los tramos son vestigios de una antigua calzada romana.
En suave pero continuo ascenso nos introducimos en un bosque de castaños hasta divisar las fincas del pueblo Merillés donde el camino se despeja y vemos las primeras ganaderías.
Recorremos Merillés por sus caleyes hasta encontrar el sendero de ascenso al dolmen.
El camino nos lleva faldeando por la ladera del Alto de la Reigada entre fallas y castaños.
Trascurrido 1 km desde Merillés, llegamos a una pradería y comienza una fuerte pendiente.
El dolmen de Merillés posee cuatro ortostatos irregulares con una gran piedra cobertora, del túmulo que lo rodearía no hay nada. El dolmen se encuentra en un aceptable estado de conservación.
Tras un breve descanso nos volvemos por el mismo camino de ida disfrutando del paisaje.
El camino a Tuña se hace muy rápido al ser practicamente cuesta abajo.
En Tuña visitamos el pueblo y comemos en Casa Pipo como fin de la ruta.
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